miércoles, 18 de septiembre de 2013

ZARZA ARDIENTE

ZARZA ARDIENTE

Quiso…pero el recuerdo persistió
como la zarza que ardía inagotable
junto a Moisés que atónito miraba
y la nívea nube protegía los sollozos
del sol intempestivo alucinante.

Los cactus florecidos del desierto
añorando terrenos tropicales
agradecieron los pétalos de seda
y en la arena durmieron soledades.

Cuando te protegí de las ventiscas
Bien pagaste con poemas encontrados
aquí y allá…y te sumergiste
 en las profundas aguas de un volcán.


SUSANA RODRIGUES TUEGOLS